Hacer unos buenos huevos fritos...
parece fácil, pero hay que saber unos secretitos.
Primer paso y elemental, colocamos el aceite en la sartén, encendemos la hornalla en mínimo y colocamos la sartén sobre el fuego.
Cascamos los huevos, los partimos en un recipiente aparte, por las dudas que no estén frescos y los colocamos en la sartén con el aceite en frió.
Dejamos que lentamente se vaya calentando el aceite y por lógica se cocinan los huevos de abajo hacia arriba, por último con la misma espumadera que los vamos a retirar le tiramos un poquito de aceite arriba, con suavidad, así se forma una fina película blanca sobre la yema y los retiramos con cuidado de no romperlos.
Si debemos seguir haciendo huevos, retiramos la sartén del fuego, colocamos los huevos y volvemos al fuego y así sucesivamente.
Si calentamos el aceite primero, lo que vamos a lograr es que cuando pongamos el huevo dentro comenzara a chillar y a salpicar aceite con el riesgo de quemarnos, aparte que ese huevo quedara todo quemado por los bordes y su aspecto no es muy agradable.
Ah!!!! y la sal, se la ponemos cuando lo servimos.
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